Hablamos de un bocado, suave, sabroso, picante, sorprendente y cargado de sabor. Pueden ser de cerdo, gambas, verduras, langosta, pato, pescado... Infinidad de variables y casi todas ellas ganadoras. Os imagináis uno relleno de rabo de toro, de cerdo braseado, de hongos y pato! Se me hace la boca agua. Son un aperitivo fácil para sorprender a los invitados o para hacer una cena diferente en casa.
Mi propuesta de hoy es una solución rápida. No son los originales, pero dan el pego. Además les incluyo un elemento moruno: harissa. Esta pasta es picante, muy especiada y refuerza mucho el sabor. En vez de la masa de arroz tradicional he usado la obleas de arroz que encontramos hoy en día en cualquier supermercado. Solo se remojan un minuto y listas para envolver. A parte de la harissa utilizaremos cerdo picado, cebolletas tiernas (cebolla de verdeo), chile fresco, jengibre, salsa de soja y aceite de sésamo. Si no tenéis una vaporera en casa, podéis utilizar un colador grande sobre una olla y los tapáis con la tapa y un paño. Haced la prueba, están muy suculentos.