jueves, 7 de febrero de 2013

Espárragos y yema

Hace tiempo que no comía espárragos y la verdad es que tenía mucho antojo. En una de mis visitas rutinarias por el mercado de Augsburgo clavé mi vista en un buen manojo de espárragos blancos frescos. En España no tenemos mucha costumbre de comprar los espárragos frescos, los que tenemos enlatados son de una calidad increíble, pero nada que ver con la delicadeza de un espárrago tibio recién cocido. Son una verdura fantástica y aquí en Alemania los tratan como un auténtico manjar.
En esta receta no hay grandes complicaciones. Los espárragos irán acompañados de una yema de huevo fluida, una tapenade de aceituna negra y un poco de queso manchego. 
Simple, se complementa a la perfección y sabroso. Imaginaos los espárragos dulces, con la untuosidad de la yema y la acidez y contundencia de las aceitunas negras. Una combinación perfecta. Probad esta receta de espárragos frescos y esperad una grata sorpresa.


lunes, 4 de febrero de 2013

Ensalada, Remolacha, Feta

Es muy fácil que se te pase un pescado, que quede una carne seca, un asado crudo por el centro, una pasta pasada... Pero que puede salir mal en una ensalada? No os hablo de la aburrida ensalada de lechuga iceberg, tomate insípido y maíz de lata. Esta es una ensalada llena de sabor, de contrastes y texturas. Una ensalada refrescante y muy completa.
Cualquiera se aburre de comer ensalada cuando hoy en día no se encuentran lechugas decentes. Qué es eso de abrir una bolsa de plástico con un "popurrí" de lechugas o como los "entendidos" lo llaman: mezclum. Yo desde luego ya estoy muy cansado. Aquí os propongo una ensalada sin lechuga, sin tomates insípidos, sin latas. Simple, pero sabroso.
Remolacha bien cocida, feta salado, rábanos crujientes, perejil, albahaca, algún brote... Cuando la probéis os aseguro que os subiréis al carro de la ensalada. Prometido.


viernes, 1 de febrero de 2013

Thailognesa

Se que el nombre suena raro, pero tiene sentido. Ultimamente he estado con mucho mono de carne y en particular de salsa bolognesa. Cuando esta salsa se hace en casa mis hermanas y yo siempre solemos acudir a la cazuela, a escondidas, cuchara en mano. Pero no solo tenía mono de bolognesa, tenía ganas de comer algo tailandés. Fue ahí donde se encendió la bombillita! Thai... Bolognesa... Thailognesa!!!
No es más que una carne picada muy condimentada con todo tipo de especias e ingredientes típicos del sudeste asiático. La pasta en este caso la he sustituido por unos fideos de arroz muy finos, muy normales en sopas y entrantes de esa zona. En vez del típico parmesano rallado, lleva cacahuetes machacados, no solo aportarán sabor, también un factor "crunch" muy sugerente.
La verdad es que esta receta no tiene desperdicio alguno. La carne la podemos utilizar para rellenar unos bollos al vapor o algún pan "preñao", para empanadillas, para rollitos... Infinidad de ideas. Os aseguro una carne muy sabrosa, llena de contrastes: el ácido de la lima kaffir, el picante del chile, el frescor del jengibre, el toque dulzón de la miel, el umami de la salsa de ostras... Es un auténtico parque de atracciones en la boca. Haced la prueba en casa y tiraréis el numero del chino barato de la esquina a la basura. Barato, rico y diferente.


martes, 29 de enero de 2013

FAKE Tortilla

Llamadme raro, pero lo que más echo en falta cuando estoy fuera de casa son dos cosas. La primera es un buen plato de gulas. Se que suena extraño, pero es así. Me encanta ese sucedáneo, bien cargado de ajo, guindilla y poco aceite.
La otra cosa es una buena tortilla de patatas. Creo que en eso coincido con el 99% de los españoles que se encuentran en el extranjero. Aun así tiene un pequeño inconveniente, es un engorro ponerse a pelar, freír, escurrir... Es la peor parte de hacer la tortilla. Todo lleno de aceite, miles de cacharros, el tiempo de cocción de las patatas... En fin, parece que no hay manera de comerse este manjar que no sea esta. Error!
Os acordáis de la tortilla que puso de moda Ferrán Adriá? Esa que se hace con patatas fritas de bolsa y huevo? Efectivamente, esa tortilla también es un manjar. Solo hay dos claves: unas buenas patatas de bolsa y dejarlas reposar en el huevo batido para que se embeban bien. Os aseguro que queda una tortilla jugosa, melosa, sabrosa y muy sencilla. Para los que les gusta con cebolla el mismo truco: echamos un poco de cebolla crujiente (de esta que se vende en botes en el IKEA o en cualquier supermercado) en la mezcla con el huevo para que se hablande. Conseguimos una tortilla de patatas como una catedral en cuestión de 5min. Haced la prueba y alucinad!