El magret de pato es un corte que me encanta. Es tierno, jugoso y tiene un sabor muy particular. Pero ojo! Es algo que se consigue si se cocina bien, en el caso contrario obtendremos una pieza grasienta, dura y correosa. A quién no le gusta la grasa churruscada y crujiente y el interior rosado y jugoso?
El pato tiene un sabor fuerte y con mucho carácter. Una carne muy de invierno u otoño, pero que a todos nos gusta comer en cualquier momento. Por ello me ofrezco a enseñaros un método, por el cual el magret os quedará siempre en su punto.
Ingredientes:
- Una magret de pato se buena calidad (fijaos en que la grasa tenga buen color y la carne esté tersa)
- Sal
Pasos:
1.- Calentamos una sartén (preferiblemente antiadherente) a fuego medio-fuerte.
2.- Le hacemos unos cortes a lo largo y a lo ancho a la grasa del pato sin llegar a la carne. Salamos la grasa.
3.- Ponemos el pato por el lado de la grasa. Lo dejamos un minuto. Cuando empiece a soltar la grasa, inclinamos un poco la sartén y rociamos la parte magra del pato con la grasa. Seguimos así durante 5min.
4.- Cuando la grasa esté tostada, ponemos el magret en una bandeja o recipiente de horno y lo metemos en un horno precalentado a 180ºC durante 10min con la grasa hacia arriba.
5.- Lo sacamos y lo cubrimos con papel aluminio durante al menos 5 min.
6.- Lo cortamos transversalmente, salamos y lo disfrutamos con unas buenas patatas fritas.
CONSEJO: el truco es solo tostarlo por el lado de la grasa. El otro no lo marcamos, solo lo rociamos con la grasa que suelta el pato.
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